Opinión: Ariel Rot, lo que queda por venir

Se avecina un gran momento para el rock español. El próximo martes 20 de abril saldrá a la venta el séptimo álbum de estudio de Ariel Rot, Solo Rot. La carrera en solitario del argentino es bien curiosa. Comienza en plenos años 80, en una época difícil tras la disolución de Tequila. Debajo del puente y Vértigo son discos oscuros, en general irregulares, con temas que, con alguna pequeña excepción, han desaparecido del repertorio del músico argentino desde hace mucho tiempo. Tras Los Rodríguez, Ariel retomaba su carrera en solitario con dos buenos discos como son Hablando solo y Cenizas en el aire. Y un punto de inflexión en forma de repaso a su ya por entonces extensa vida musical con la grabación del directo En vivo mucho mejor anunciaba que lo mejor estaba por venir. La madurez, su plenitud, quedaba demostrada con Lo siento, Frank. Más tarde, lograba el más difícil todavía con la edición de Ahora piden tu cabeza. Este último disco dejó a sus fans con las manos en la cabeza, esperando una continuación que no llegaba. Rock adulto, elegante, de calidad al fin y al cabo, algo que nunca ha dejado de ofrecer. Ariel es quizá el artista más regular, pero puede que a veces haya pecado de recatado. Conociendo las claves y con una técnica depurada, en ocasiones se echaba en falta más mala leche, algo de maldad.

Después de este excelente último álbum llegaban los homenajes por sus 30 años de carrera musical y el sorpresivo regreso de Tequila, algo que muy pocos podían esperar. Era una etapa de vuelta a los orígenes y de repaso a su cancionero habitual, jugando y dando vueltas a las canciones que ya todos conocíamos. Un período que pudo hacerse largo, teniendo en cuenta las expectativas creadas ante lo que todavía era capaz de hacer. Ahora, con sólo haber catado los fragmentos de las nuevas canciones que desde su web han ido apareciendo, entre las que se encuentran las prometedoras Una vida equivocada o Manos expertas, todo parece indicar que la espera ha merecido la pena. Es más, quizá esa vuelta al rock primigenio haya aportado el ingrediente que le faltaba a su fórmula. Todos atentos.

Texto de Bruno Corrales