Museo de reproducciones (Rock Indiana, 2012)
Amigos Imaginarios
¿Qué es eso de la química en una banda? De la conexión o la simbiosis entre los distintos miembros de un grupo, dispares todos ellos, con distintas sensibilidades e influencias. ¿Podemos tratar de definirlo a riesgo de empezar a dudar si esto de escribir sobre música tiene algún sentido? No sé si somos tan valientes o ambiciosos, pero podemos suavizarlo con ejemplos. Podemos poner lo nuevo de Amigos Imaginarios y escuchar a una banda.
Parece fácil decirlo, “una banda”, pero ni es un farol ni una simple forma de hablar. Es algo que comprobamos desde ese Ilumíname #1, sencillo a más no poder, casero, pero de gran emotividad y protagonismo coral. El tema es solo una breve introducción, el saludo de un grupo de músicos que se entienden poco antes de entrar en materia y ofrecernos canciones tan elaboradas y llenas de detalles como Combustión espontánea o Dulce cabeza triangular. La guitarra de Ester Rodríguez eligiendo con inteligencia el momento adecuado en el que aparecer; los imprescindibles teclados de Charlie Bautista... Amigos Imaginarios parecen buscar la sencillez, la esencia de lo que ya saben que son capaces de hacer. Tenemos por lo tanto canciones alejadas del ruido o de las producciones exageradas. Canciones al fin y al cabo, sin ninguna corriente a la que adherirse, de esas que no nacieron por la vía fácil y que sienten el derecho a pedir tu atención.
Pero hay algo más que sería necesario advertir. Este disco no lleva el Parental Advisory: explicit content, suponemos que se les habrá pasado. Por si acaso, no pongan Museo de reproducciones al alcance de esos recién desenamorados con miedo a enfrentarse a ellos mismos, pues Santi Campos habla claro y sobre todo habla distinto, creando bombas emocionales para incautos.
Así que esto era. ¿Qué importa si necesitamos o no otra canción de amor? Importa dar con bandas que sepan decirlo de otra manera, a su manera, pero sobre todo importa que existan músicos dispuestos a seguir haciendo discos así.
Texto de Bruno Corrales
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