Etiquetas: ,

Tarde de tango

Malevaje en Teatro de La Jaramilla (19.12.08)

Coslada no es, ni mucho menos, un lugar con tradición de buenos conciertos. Aún así, los responsables de Cultura acertaron ayer de lleno, incluyendo a Malevaje en la programación navideña. El lugar era el Teatro La Jaramilla, del centro cultural del mismo nombre y, el precio, prácticamente simbólico (2€ para los menores de 25 y mayores de 65, 4 el resto). Aún así, el público no cubrió ni la mitad del aforo del teatro. Un público compuesto en su mayor parte por personas de la tercera edad. No se pierden una... Bien entradas las siete de la tarde, la banda hizo acto de presencia Ariel Hernández al bandoneón, Sacri Delfino a la guitarra clásica y Fernando Gilabert al contrabajo. Entonces, apareció el gran Antonio Bartrina y comenzó el recital. Una pareja de bailarines acompañaba al grupo en muchos de los temas. Impresionante la chica en muchas ocasiones, con un vestido para cada aparición. El lugar, tranquilo y oscurecido, ayudaba a crear una atmósfera perfecta. La voz de Bartrina, mezclada con el baile, ponía la pasión.

El repertorio estuvo plagado de las canciones del último disco del grupo. La clásica Niebla del riachuelo, el tema compuesto por encargo para el abortado documental sobre Alfredo Di Stéfano, Gracias viejo, o el tributo al mítico bar Balmoral, Balmo bar. También hubo lugar para el recuerdo. Bartrina introdujo con cariño y respeto Pibe Osvaldo, canción compuesta en homenaje al recientemente fallecido Osvaldo Larrea, quien le puso en “la senda” cuando, según sus palabras, era joven y no sabía nada del tango. Entre canciones, Bartrina recordaba que a la salida tendrían a la venta el nuevo disco, No me quieras tanto (quiéreme mejor). Lo decía, entre bromas, como el que no puede evitar seguir teniendo ilusión por lo suyo, pero también con cierto aire de resignación, conociendo perfectamente como está el mundo de la venta de discos.

Tras grandes momentos con Garufa o Si soy así, el concierto llegaba a su fin. Y terminó con un bis confuso, pues mucha gente ya daba por terminada la función... Entonces, sin llegar a abandonar el escenario, y a petición de una espontánea que prometió comprarse un CD (¿o no?), Bartrina, acompañado del bandoneón de Ariel Hernández, cantó La última curda. Y remataron repitiendo el single de su último trabajo, No me quieras tanto. Son las nueve menos cuarto de la noche y esto ya es un viernes bien aprovechado.

Texto de Bruno Corrales

0 comentarios :