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Lovely Luna, en familia

Lovely Luna en Picnic (04.03.10)

Once y media de la noche de ayer, 4 de marzo, un Xoel López inspiradísimo improvisa maraca en mano sobre la bossa nova A tonga da mironga do kabuleté, en un bis de regalo que ya pocos esperaban. Pero retrocedamos dos horas atrás. Lo de anoche en el bar Picnic fue más que un concierto en familia, aquello de "la banda se sintió como en casa" debemos tomárnoslo en esta ocasión como algo literal. Xoel López y Félix Arias salieron al pequeño escenario del bar madrileño pasadas las nueve y media de la noche, acompañados por Fernando Lamas, a cargo de la percusión con una batería reducida al máximo. 

"Buenas noches, somos Lovely Luna, un dúo de humor". Y el caso es que fue un concierto divertidísimo, con constantes bromas, confesiones y disertaciones absurdas entre canciones. Un Xoel López totalmente cómodo desplegó todo su buen humor e ingenio, con el perfecto contrapunto de Félix Arias y su entrañable seriedad. Pero vayamos a lo importante, a la música, y es que en ese aspecto lo que están haciendo estos dos musicos gallegos es de un enorme mérito. Lovely Luna no es el proyecto principal de ninguno de sus dos miembros. Es algo que retoman cada pocos años, con todo el cariño del mundo y por amor a la música, y eso es algo que se nota. A finales del pasado año facturaban un disco muy destacable, Chang y Eng, que anoche presentaban por segunda vez tras el concierto de hace unos meses en el Teatro Lara. 

Como es lógico, los temas de Chang y Eng monopolizaron el repertorio de ayer. Pronto apareció uno de los mejores temas y primer single del álbum, Parando el tráfico, donde Xoel López demostró una vez más su poderío vocal. Lo mejor de Lovely Luna es el contraste entre dos grandes personalidades, que hace extremadamente cortas las escuchas del disco y que por fin pudimos apreciar en directo. Un enorme Félix Arias destacaba con temas como Tan sólo es la vida o Llegó una carta. Es Félix Arias un artista muy a tener en cuenta, en la onda de Diego Vasallo o José Ignacio Lapido, con unas letras muy cuidadas, literarias, y una voz con personalidad, diferenciada del resto, algo nada sencillo. 

Fue un concierto acústico, si, con los medios mínimos, pero aquello en ocasiones quiso ser rock and roll. Xoel López le quitó todos los complejos a la guitarra acústica con unos punteos alucinantes, sorprendiendo a más de uno. Y acercándonos al final, llegaba el momento de las versiones, con visitas a Bob Dylan, Blind Faith, donde Xoel se explayó recordando y declarándose fan de Steve Winwood, o con una increíble revisión del Nowhere man de Lennon/McCartney. Antes del improvisado bis brasileiro, en el que Xoel López pedía a todo el público que no grabara la canción, pues no confiaba siquiera en saberse la letra ni los acordes, llegó el clímax de la noche con Chang y Eng, tema con tono de western que da nombre al último álbum de la banda. Un concierto especial, íntimo, algo así como ver a una gran banda en el salón de su casa.

Texto y fotografía de Bruno Corrales
Publicado originalmente en Xtra Rockola.fm

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