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15 discos del 2013 en Rock Sumergido

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¡Atención! Lo que está a punto de leer posiblemente no se sostenga, sea caduco, presuntuoso y parezca poco original. Desde Rock Sumergido se nos ha ocurrido que quizá esté bien empezar el año con un poco de honestidad, y es que eso de presentar una lista con los "mejores" discos del anterior no debe ser más que uno de los vicios del periodista musical... Eso sí, el más divertido. Expiados a medias nuestros pecados, nos ponemos manos a la obra y trazamos un recorrido por los álbumes y canciones que han marcado nuestro devenir en los pasados doce meses, que nos han acompañado dándole a cada día una buena dosis de sentido. Del completo drama de Estado provisional a la locura de las Cataratas en Montserrat, permitiéndonos además varias licencias -trampas- en su elaboración que, espero, sepáis comprender. Como diría El Chungo, líder de Hermana Morfina (a quien no mencionaremos más porque meter un disco de 2011 igual ya era demasiado): “Yeah yeah yeah!”.


#1 León Benavente
León Benavente (Marxophone)
Nos retrotraemos a la primavera, cuando se nos presentaba a un inesperado “supergrupo” con miembros selectos del panorama indie, lo que de por sí no solo no daba la suficiente confianza, más allá de la curiosidad, sino que además podía llegar a espantar a más de uno. Pero la cosa iba mucho más en serio, y la unión de fuerzas de Luis Rodríguez, Abraham Boba, Eduardo Baos y César Verdú daba vida a diez canciones más que interesantes, apabullantes, urgentes y llenas de rabia. Retratos de nuestro tiempo sin caer en la canción protesta ni tampoco abandonar temáticas más recurrentes, acerca de aquellos estados de ánimo más básicos. En lo musical lograban llegar a un punto de encuentro no transitado anteriormente por sus autores, con el magnífico culmen que supone una canción como Ser brigada. Porque a pesar de que los discos no tienen la necesidad de seguir un guión de película, si algo nos marca a fuego son los grandes finales. El tiempo, su directo y la carretera les han ido poniendo en un lugar que hace escasos meses pocos podrían haber previsto, despidiendo el año desde una repleta Joy Eslava. 


#2 Lapido
Formas de matar el tiempo
(Pentatonia Records)
Llegaba también el turno de José Ignacio Lapido, y decimos turno porque, asumido como oficio la condición de compositor e intérprete de canciones, el granadino demostraba una vez más la regularidad que le ha llevado a publicar disco cada dos o tres años desde aquel debut en solitario en 1999. Es también el momento de reconocer que con este Formas de matar el tiempo tomamos durante varios meses una cautela que ahora se demuestra innecesaria. Apoyado por un pequeño pero extremadamente fiel y fervoroso grupo de seguidores, llamado maestro y poeta eléctrico, incluso un seguidor convencido podría dar un paso atrás, tanteando con relativo miedo la posibilidad de no volver a alcanzar las sensaciones que nos producían canciones ya asumidas e instaladas en nuestra memoria. De Cuando el ángel decida volver La antesala del dolorLadridos del perro mágico y tantas otras... Como si de, tan alto, fuera inalcanzable. La duda, por supuesto, se despejaba rápidamente. Desde el primer segundo, Lapido y su banda volvían a ofrecernos una emocionante colección de canciones que se suman a un repertorio de notable alto en el peor de los casos. Algo admirable. Nos queda reconocer la suerte de poder disfrutar de un músico como él, con la incertidumbre de ignorar si lo bueno está todavía por venir.


#3 Los Guajes
Mujeres & Centollos
(Fonográfica Peñarrubia)
Cuidado, pues aquí llega la primera trampa. La publicación de Mujeres y Centollos data de finales del 2012 pero, como dirían sus propios responsables, a mí ya todo me da igual. Y no nos importa porque ha sido el año de reconocer el valor de estos asturianos, el año de Los Guajes, en esencia banda revival de música de los '60 y en la práctica mucho más que eso. Desde Asturias, y de nuevo bajo la batuta de Jorge Explosion en los estudios analógicos Circo Perrotti, el cuarteto se superaba regalando al mundo temas como Soy tan feliz, ¡Estoy soltero! o A mí nadie me deja, apresados por completo en su papel de seductores en horas bajas y con grandes dosis de buen humor a repartir,incluso en formato vídeo. Un magnífico cruce entre el garage de calidad y lo más rancio pero al tiempo elegante de nuestra querida patria (¡incluye nueva versión de Raphael!). Sobran las palabras, estamos a sus pies.


#4 Julio de la Rosa
Pequeños trastornos sin importancia
(Ernie Records)
Una especie de artista kamikaze, o un mártir en beneficio de todos, según se mire. No contento con bajar a los infiernos de eso que llaman amor y subir para cantárnoslo hace apenas tres años -dando así forma al sobresaliente La Herida Universal- en esta ocasión Julio de la Rosa doblaba la apuesta y se hacía acompañar por un buen número de amigos y compañeros para crear Pequeños trastornos sin importancia, de nuevo junto a Ernie Records. Como resultado, una nueva gran obra de quien ya sorprendiera al frente de El Hombre Burbuja, en la que se vuelca sin tapujos en lo experimental sin dejar a un lado su talento por la canción, recorriendo y recitando trastornos emocionales desde múltiples puntos de vista. Un trabajo prácticamente actoral, de carácter imprevisible y tan complejo que no puede sino sufrir para ser trasladado al directo. Una pena, o una absurdidad, enfrentarse a él de manera pasiva o con ocupaciones que desvíen la atención. Déjese llevar.


#5 Señor Mostaza
Delitos y faltas (Hall of Fame)
De verdad, no es pose, ni somos aficionados al drama. Lori Meyers, Triángulo de Amor Bizarro, Pony Bravo o Extremoduro también tienen su aquel, pero aunque no goce del reconocimiento inmediato y éxito en ventas, de público, en prensa... en Rock Sumergido nos pierde en especial la trayectoria de Luis Prado, Paco Tamarit, Alejandro “Boli” Climent y Eduardo Olmedo. Es decir, Señor Mostaza, banda que durante el 2013 volvía a ofrecernos una nueva colección de canciones fascinantes. Ellos llegaban muy pronto, a comienzos del mes de febrero y sin apenas hacer ruido ponían a la venta Delitos y faltas, cuarto LP grabado de nuevo con Carlos Raya a la producción y publicado de la mano de Hall of Fame Records, su sello de siempre. Hombres de costumbres pero, ¿y para qué cambiar? El grupo liderado por Prado sigue exigiéndose por norma y depurando un pop de gran nivel, repleto de matices sonoros en los que caben estribillos y coros brillantes, ragtime, rock and roll... siempre con unos textos que, de tan originales, no vienen sino a redondear su peculiar personalidad. 

#6 Guadalupe Plata - #7 Standstill - #8 Cuello
El año daba para mucho, muchísimo más, como poder disfrutar varias veces del absorbente directo del trío de ubetenses de Úbeda Guadalupe Plata, que se pasaban al sello Everlasting para publicar un nuevo disco homónimo con perlas como Milana o Esclavo. También era de nuevo momento para Standstill, con la dulce condena de tener el listón por las nubes. A pesar de ello, entregaban un meritorio álbum, Dentro de la luz, acompañado por supuesto de un renovado espectáculo visual para el directo. Alucinados, así nos ha dejado una nueva banda llamada Cuello que no es más que uno de tantos proyectos paralelos del Betunizer José Guerrero, en esta ocasión dando rienda suelta a su vena más melódica. Una verdadera montaña rusa de sensaciones, para paladear y descifrar con paciencia si consigues dejar de mover la cabeza

#9 Radio Days - #10 Ángel Stanich
Cruzando el Mediterráneo, y aquí otra “licencia”, los italianos Radio Days y su luminoso y excelso pop. Sacando un diez con canciones como Burning together o Love and fun, y afortunadamente aficionados a pasarse por las salas de nuestro país. No les perdáis de vista. Caso aparte merece la aparición en escena de Ángel Stanich, quien debutaba con Camino ácido. Muchos ojos se han posado en él a pesar de la dificultad que entraña adentrarse en su música e imaginario. Temática oscura, psicodélica y una voz que provoca sensaciones dispares son las primeras barreras que, una vez superadas, guardan una suculenta recompensa. Un talento que va a más y que cualquier aficionado al rock y al folk en español debería tener presente.

#11 Hendrik Röver - #12 Jean Paul
Y de noveles a veteranos de la talla de Hendrik Röver, quien para nuestra suerte vive el momento más prolífico de su carrera. Aunque le citamos con excusa de su estupendo nuevo (y doble) álbum en solitario, Oeste/Norte, de los estudios Guitar Town también salía durante el año un disco grabado conjuntamente con The Pilgrim Rose, sin olvidar los coletazos del último capítulo de Los Deltonos con el combativo EP Saluda al campeón. Nunca dejábamos de todas formas de mantener la atención en el sur, pues desde Granada también llegaba un nuevo disco de Jean Paul, el proyecto personal de Raúl Bernal (Lapido, Grupo de Expertos Solynieve). Tercer disco de un autor tan inquieto en lo artístico como rígido en cuanto a principios, luchando por mantener la dignidad del músico en tiempos difíciles. Bordeando por definición el circuito comercial, Jean Paul hace de tristeza belleza y canción

#13 Alfa - #14 Luter - #15 Salvaje Montoya
Entre tanto, Alfa no paraba un segundo, dando pasos decisivos en su ambicioso proyecto en solitario, una vez aparcado Le Punk. Publicados cuatro EPs hasta la fecha, en 2013 destacaba ante todo Autorretrato de un hombre invisible, grabado en los estudios ACME con banda y la inestimable colaboración de Miguel Herrero. Mitología griega, rock and roll, e inspirados blues le mantienen como uno de los autores más interesantes del rock español. Otro de ellos es sin duda un compañero con el que en ocasiones se ha cruzado, Eduardo García Martín. Es decir, Luter, quien cerraba trilogía de discos en solitario con el sorprendente Orilla. Poco se puede decir ante la contundencia y el sentimiento de canciones como Skyline y, ante todo, Misión a marte. Cerrando la lista, más sangre nueva, esta vez desde Barcelona capital. Amante del garage, del surf y el desparrame. Boda Rumana, de Salvaje Montoya, se convertía a principios de año en uno de los discos más divertidos de la temporada. La prueba final consiste en poner ¡Sal-va-je! y mantener quietos los pies.

Texto de Bruno Corrales
Ilustración: Raquel G. Ibáñez

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