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Regresos inesperados

Mamá Ladilla en Rivas Vaciamadrid (05.09.09)

El pasado sábado tuvo lugar un concierto muy especial de Mamá Ladilla, sobre todo porque, en un principio, no tenía nada de particular. La banda de Juan Abarca tenía la misión de cerrar como invitada la tercera jornada del XII Concurso Pop Rock de Rivas Vaciamadrid en el nuevo Recinto Ferial de la localidad. El grupo con menos aires de estrella del planeta se preparaba tranquilamente hasta que irrumpió la megafonía: "... Uno de los grupos más originales del estado, los geniales Mamá Ladilla..." dijo, y con ese empujón a la autoestima comenzó el concierto.

Juan Abarca
Para un seguidor del grupo, cualquiera de sus conciertos no es más que una colección de clásicos, toquen lo que toquen, que siempre es mucho. Ya pueden ser las canciones de aquel ya lejano en el tiempo Arzobispofobia (BOA, 1998) o del más reciente Autorretrete (BOA, 2005), no suelen decepcionar. Empezaron a desfilar canciones como Surfin' Papa, Ven, Obcequeitor... o la genial Sancho Panza del rock. Por ponerle algún pero al repertorio, se echaron de menos más canciones del Power de mí, del que sólo recuperararon Defectuoso y la segunda parte de Fornicio Mix. A cambio, rescataron El amor no tiene edad.

Llors Merino (e hijo)
A Javi Rojas, bajista de la banda desde finales del 2007, se le ve totalmente integrado y con confianza. De su mano vino la primera sorpresa de la noche, aunque es algo que vienen haciendo durante todo este año. El tío calambres se agenció la guitarra de Juan Abarca, dejándole a éste a cargo del bajo, para darle una nueva vuelta de tuerca a Otra pieza. Si esto pretendía ser una broma, por aquello de ver a un bajista tocando mal el mismo solo de guitarra, les salió al revés, pues Javi también es un hacha a las seis cuerdas. La mala suerte de ser tan buenos músicos. Mención aparte merece Ferro, siempre a la sombra. El batería siempre suele pasar desapercibido, y será porque no falla nunca.

El caso es que, hasta aquí, todo transcurría normalmente, según lo previsto. Fue en su última parte donde el concierto se convirtió en algo especial. En un momento dado, la banda se sorprende mirando al público y se acerca a saludar a alguien de la primera fila. Momentos de confusión. Todo ocurriría antes del último bis, donde la estrella siempre es Chanquete ha muerto. Un hombre apareció en el escenario con su hijo. Llors, el mítico ex-bajista de la banda, más de diez años siendo pieza clave de Mamá Ladilla, salía al escenario para acompañar al grupo con sus inconfundibles coros. Un momento muy emocionante, le echábamos de menos.

Texto de Bruno Corrales
Fotografía de Pablo Cantó

2 comentarios :

Piedad dijo...

me comentaron que en las fiestes de Alcorcón soltaron algo así como que Chanquete se aprovechaba de los grumetes jovencitos...

Piedad dijo...

Estuvieron también el viernes pasado en el Intercampus en Ciudad Real, también tocaron Hora Zulú. Les tenemos vigilados!
Salud