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Las dos caras de un equilibrio inestable

Igor Paskual en El Sol (13.04.11)

Era bastante improbable, pero resulta que José Mourinho también es capaz de aparecer en este blog. Y es que él parecía ser el culpable del retraso inicial del concierto que el pasado 13 de abril Igor Paskual daba en la madrileña sala El Sol para presentar Equilibrio inestable, su primer álbum en solitario. El asturiano se apresuraba a ofrecer unas disculpas que, por otro lado, parecían innecesarias, pues el retraso no pareció tanto, quizá acostumbrados a cosas mucho peores. Era una noche de miércoles en una sala El Sol diferente, con mesas, sofás y un telón que partía la zona del público en dos. Pero ni el concierto prometía ser íntimo o sosegado ni las previsiones acertadas, pues pronto el telón era retirado para hacer más sitio, repartiéndose así la gente más cómodamente por la sala.

Pronto la banda hacía acto de presencia en el escenario y se colocaba, preparándose para el concierto. Una formación con denominación de origen, completamente asturiana, lo que el propio Igor Paskual dejaría claro varias veces, orgulloso. Alejandro Blanco a la batería, Antón Ceballos al bajo, Ángel Miguel a la guitarra y el polivalente César Pop, liberado temporalmente tras el parón de Pereza en directo, tanto al teclado como a la guitarra.

Ángel Miguel
Elegante, con acústica en mano, traje y camisa gris, Igor Paskual irrumpía con fuerza en el escenario para arrancar con Música para traicionar, un golpe en la mesa inicial, ideal para empezar. Equilibrio inestable es el título de su nuevo álbum, y es a la vez una idea que bien podría resumir lo que vivimos aquella noche desde abajo. Y es que el concierto tuvo una primera parte más sobria, intensa y repleta de actitud rockera, y otra final de velocidad, punk y chaquetas rotas, quizá recordando tiempos pasados. El ex líder de Babylon Chàt había estado estos últimos años en un segundo plano, ejerciendo de guitarrista y compositor para Loquillo. Era de suponer que se guardaba un as en la manga y, por suerte, ya está aquí de nuevo, ciertamente reconvertido y al mismo tiempo siendo el de siempre, por raro que suene. Con varios cursos del rock superados.

El concierto avanzaba con grandes temas de rock como La bahía o Chica de gama alta, alternados con intensos temas como Bipolar o El peor novio del mundo. No es un tipo sencillo Igor Paskual, menos aún sobre el escenario. A simple vista queda claro que no es alguien que ignore lo que ocurre a su alrededor, que silencie sus opiniones o sus sentimientos. Todo aquello daría lugar a varias situaciones curiosas, haciendo referencia entre la burla y el cariño a compañeros como Nacho Vegas o Paco Loco y entregándose con pasión a sus temas. Cabe destacar por otro lado el buen hacer de la banda, con un Ángel Miguel realmente pletórico.

Para suerte de muchos, tampoco rechazó la nostalgia, y en la parte final del concierto echaba la vista atrás para hilar seguidos dos temas de Babylon Chàt, concretamente El último brindis del año y Camaleón. Unas canciones que sonaron totalmente actuales, si es que el rock and roll sufriera con la edad. A continuación, Igor Paskual exhibía de nuevo su orgullo asturiano versionando Nubes de tormenta, de Los Locos. Y terminaba el show, entre alcohol y decibelios, dejando en el aire buenas sensaciones tras ver que el asturiano vuelve de muy buena manera al primer plano, con unas nuevas canciones que sin duda se disfrutan el doble en directo.

Texto y fotografía de Bruno Corrales

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