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Capsula: "Si pasa alguna semana sin girar, nos sentimos extraños físicamente"

El rock estará a salvo mientras bandas como Capsula sigan en pie. El grupo formado por los argentinos Martín Guevara y Coni Duchess junto al batería vasco Ignacio Villarejo publicaba el pasado año In the land of silver souls, su sexto disco de estudio en quince años de carrera. Un nuevo ejercicio de rock clásico y psicodelia que alcanza su máxima expresión con unos directos incendiarios. De gira constante por cualquier rincón del planeta, la banda vuelve de nuevo a nuestro país tras pasar por Estados Unidos o Colombia, y lo hace con numerosas fechas ya confirmadas hasta bien entrado el mes de junio. Además, y como prueba fehaciente de su tremenda inquietud, los hispanoargentinos han anunciado que preparan ya una continuación discográfica que estará nuevamente producida por John Agnello en Nueva York. Este mismo sábado estarán junto a Lüger y a los holandeses Machinefabriek en Joy Eslava dentro de la programación del Enjoy After ARCO, festival de música paralelo a la famosa feria de arte contemporáneo. Esto es lo que nos contaron.


Dos argentinos y un español desde Bilbao que, sin miedo a exagerar, están haciendo rock and roll para todo el planeta. ¿Recordáis qué es lo que despertó en vosotros el convencimiento de dedicaros a esto? 
Más que convencimiento fue deseo y riesgo. La música es nuestro eje vital.

Habéis girado ya varias veces por Estados Unidos. ¿Estáis satisfechos? ¿Cuáles consideráis que son las principales diferencias entre el público español y el americano? ¿sigue siendo, como parece, otro mundo para el músico?
Nos vamos abriendo camino en Estados Unidos pero la entrada fue impactante. Hablaron de nosotros grandes medios sin tener nosotros aún el disco editado en Estados Unidos. Fue algo inusual y fuera de los dictámenes de la industria. Nos sorprendió y nos dio una lección también. Estamos muy agradecidos. Puede parecer otro mundo pero para nosotros es la tierra de Keruac, Miles Davis, la cultura underground, el blues, el nacimiento del rock, la Velvet, Gene Krupa, Jimi Hendrix y un eternísisimo etc. Tocamos para un público parecido en gustos allá a donde vamos. Venimos de los mismos discos y vamos a favor de los mismos cambios. 

El próximo 18 de febrero, con motivo de la celebración de ARCO, estaréis tocando en Joy Eslava junto a Lüger, banda con la que ya habéis compartido cartel en otras ocasiones. ¿Os interesa el arte contemporáneo? ¿Pueden el rock y el arte de este tipo congeniar?
Amamos a la Velvet precursora en unir universos. La relación entre el rock y el arte es una conexión fuerte. Desde las portadas de discos, forma de escritura hasta aplicar ideas para las mezclas. Entre otras conexiones cuando vivíamos en Buenos Aires Coni trabajaba como ayudante de artistas que suelen exponer en Arco. De día entre fotógrafos y curadores, y por la noche en conciertos del underground porteño. El concierto en Joy Eslava va a ser una buena muestra de esta unión. Los dos grupos tenemos búsquedas fuera de lo establecido. 

Anunciáis desde vuestra web oficial que en marzo estaréis en Nueva York grabando de nuevo junto a John Agnello lo que suponemos que se convertirá en la continuación de In the land of silver souls, vuestro séptimo disco si no contamos la colaboración con Ivan Julian. ¿Cómo es trabajar con Agnello? ¿Pensáis que es el más apropiado para haceros crecer musicalmente?
Vamos a estar una semana grabando en Hoboken un proyecto que nos llena de excitación. Los que nos siguen de cerca se imaginarán por donde va. Con Agnello hay muy buena relación, le gusta experimentar, compartimos el riesgo. A pesar de tener un background espectacular, John sigue apostando por lo creativo. Es un mago del sonido. Ha trabajado con grandes muy grandes y en ese estudio se han grabado discos de Yo La Tengo o Sonic Youth. Es el barrio de Ira Kaplan. Pondremos el volumen bien alto para que se acerque. 

Vuestros directos son incendiarios. "Pura lisergia", según hemos leído que vosotros mismos llegabais a asegurar. ¿Cuánto hay de experimentación e improvisación en un concierto de Capsula?
Sí, hay bastante. En Rising Mountains hicimos una canción Original Is Dead que habla sobre una persona pero la idea se basa en un libro de los 90 que hablaba sobre algo nuevo en la historia de la imagen, cuando el original digital y su copia son idénticas. Los directos es nuestra forma de romper esa regla. No hay directo igual. 

Acabáis de estar en Colombia justo antes de afrontar numerosas fechas españolas durante los próximos meses. No parecéis conocer fronteras. ¿Es el rock o el idioma lo que os hace universales?
Estuvimos la semana pasada en Bogotá y nos trataron genial. Los fans eran espectaculares. No queremos caer en los tópicos del rock no tiene fronteras, ni parecer predicadores del rock. El punto justamente es que no haya predicadores. Pero la pasión y la necesidad de compartir con otras personas es instintivo. Por eso preocupa cuando la palabra compartir va asociada a delito. En el festival entre varios grupos estaban 'We are Scientists' de NY que por cierto hablan muy bien castellano. En el hotel hablando nos dimos cuenta que usamos los mismos instrumentos, trío con bajo grabber que es un modelo que no se ve mucho y guitarra telecaster. Qué sonido usas, qué pedal, así podemos estar horas. Al día siguiente del festival nosotros teníamos otro concierto en el Centro Colombo Americano y subieron a hacer Mejor No Hablar de Ciertas Cosas, un tema de un grupo Sudamericano con sonido post punk de los 80. El público se volvió loco. Hubo contagio. 

¿Qué opinión tenéis del rock cantado en español? ¿Pensáis que ha conseguido con el paso de los años una personalidad y un discurso propio, tanto en España como en Argentina?
En Argentina el rock es en un 99,9 % en castellano. Quizás por la influencia sólida del tango y el folklore, y porque está ubicada al fondo del cono sur, rodeado de países que hablan español llegando hasta México (exceptuando Brasil). España está muy cerca de Inglaterra. Los Beatles por ejemplo estuvieron en España. Eso es increíble. Nosotros hacemos canciones en los dos idiomas, los primeros discos eran en castellano, y las que hacemos en inglés es porque también nos gustan los grupos en inglés. No hay más misterio. Entre el público de rock no pasa, pero cada tanto alguien te dice inglés el idioma del imperialismo. Para nosotros es el de Burroughs. Y el castellano también fue el idioma de los dictadores patrios. No pasa por el idioma sino por las ideas. 


Vuestro estilo y actitud, vuestra forma de trabajar y afrontar discos y giras... Parecéis de otro tiempo. ¿Os consideráis unos románticos? ¿Hay esperanza para el rock entendido como antaño?
Girar, grabar, sí, lo vemos natural. Sí bien es cierto que hay muchos grupos que parecieran tener más peso en lo virtual que en lo real, internet aún no logra captar exactamente lo que sucede en los conciertos, el 'i like' no alcanza y los videos desde un teléfono... se quedan diminutos. 

Queda en evidencia vuestro amor por la música con propuestas como la que habéis venido realizando, en la que interpretabais íntegramente The Rise and Fall of Ziggy Stardust and Spiders from Mars. ¿Cómo surgió esta idea en concreto? ¿Os planteáis repetir experiencia escogiendo otros discos o artistas o es algo puntual?
Con Bowie es algo puntual. Si bien el nombre del grupo proviene de canciones de Bowie, la idea surgió a partir de un ciclo de grupos vascos interpretando a Bowie, Dylan, Velvet...Nosotros quisimos hacer el disco The Rise and Fall entero… y en su mismo orden, como ya lo hicieron Flaming Lips (Dark Side Of The Moon), Pussy Galore (Exile on Main Street) y Sonic Youth (White Album). Estuvimos semanas escuchando sólo a Bowie haciendo Ziggy en estudio, Ziggy en directo, Ziggy en directo... 

¿Cuáles son as ventajas de ser un trío, musicalmente hablando? ¿aumenta la dificultad?
Es cierto que cuando piensas en trío te imaginas el sonido limitado: la guitarra sonando así, el bajo, la batería... En nuestro caso, partimos de esa base con canciones como Hit N Miss o Voices Underground, pero vamos a más, que la guitarra sea lava volcánica. No sonar a tópico, pero a la vez abrazar a los clásicos. 

En vuestra anterior gira española compartisteis cartel con Sex Museum. La química fue evidente, desprendiendo una admiración mutua. ¿Cómo fue aquella experiencia y con qué otras bandas pensáis que podrías lograr un nivel de entendimiento similar?
Hay admiración mutua, muchas cosas en común y cariño. Sex Museum son una de las grandes bandas actuales, que llevando tantos años y carretera mantienen coherencia y humildad. Se merecen lo mejor. 

Este ritmo de grabaciones y giras, ¿es para vosotros la forma ideal de trabajar en el mundo de la música o hay un paso más que aún pretendéis dar?
Es el ritmo que llevamos, si pasa alguna semana sin girar, nos sentimos extraños físicamente.

Texto de Bruno Corrales
También publicada en la La Huella Digital

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