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Extraperlo tropical

Extraperlo + Diego García en Siroco Club (09.11.12)


El viernes asistimos a una doble presentación en la sala Siroco de la mano de La Fonoteca. Dos grupos de Barcelona, ambos con propuestas frescas y experimentales bajo el brazo. 

Diego García abrió la lluviosa noche, con su maquinaria electrónica, cables y EL magnetófono. Estaba sentado, rodeado de toda la maravillosa cacharrería digna de una Delia Derbyshire, a la altura de aquellas grabaciones de la BBC. Nos presentaba Estela Discoidea, editado este año con Sonido Muchacho, y lanzado el 15 de septiembre, tras aquella demo del 2008. Es su primer disco de 10”, un vinilo presentado en transparente, como ya nos tiene acostumbrados La Fonoteca. No trajo setlist, pero los diez temas que recorren su particular estela rebosan audio analógico por todos los sitios. Dice que su padre le regaló un órgano Farfisa, y que todo empezó ahí. Bueno, con ese órgano, y con sus  exquisitas influencias, tales como los pioneros de la electrónica de los años cincuenta y sesenta, Dick Hyman, el Moog Rock de Gershon Kingsley, y grupos actuales como Concretism o Vic Mars. A mí me recuerda mucho al Plantasia (1976) de Mort Garson, con esa musiquita como de serie televisiva de aquella época. Un sintetizador modular, un magnetófono Revox, y un secuenciador midi son sus armas para generar ese sonido retrofuturista. Pop electrónico antiguo con tintes de folk celta. Quizás lo que echamos en falta, y como conversación post concierto, fue la falta de una posible proyección visual, dado el estatismo lógico de su puesta en escena.

Diego García
Extraperlo son palmeras, son playas y son bañadores. Pero sobre todo, alegría en el escenario. Teclado, percusión, guitarras, bajo, y esa voz grave que les caracteriza, que o no te gusta o te encanta. Nos traían Delirio Específico, editado por Canada este año, producido por El Guincho, y distribuido con Naïve. Tres años después de su Desayuno Continental (Mushroom Pillow, 2009), siguen con ese pop en su vertiente más tropical, pero eso sí, con más protagonismo de la voz de Alba, y después de que Borja y Aleix tocaran en la última formación de El Guincho. Nos ofrecieron canciones de los dos discos, y todo el mundo estaba bailando. Y es que escuchar Las palmeras del amor te mueve algo por dentro. En la Siroco salió el sol en plena noche, y nos quemamos con Ardiente figura, single de su delirio, cuyo videoclip fue de la mano del realizador de Canada, Luis Cerveró.

Aleix Clavera y Cacho Salvador (Extraperlo)
Su música, un continuo homenaje al pop nacional post Movida, sonó el viernes de forma exquisita. Un poco de pop negro combinado con camisa, una eterna sonrisa, y percusión tropicalista.  Yo tenía muchas ganas de este concierto, y sin duda, fue de marcar en la agenda con un resplandor. Gracias.

Texto y fotos de Paula Fernández

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