Etiquetas: ,

Cómo hemos cambiado

Xoel López en La Riviera (17.11.12)

Uno de esos días en los que la puntualidad es más importante que nunca. Un gran día, ¡y poco tiempo! La Riviera se preparaba para una noche importante, e incluso minutos antes de lo acordado los primeros acordes de Caballero ya sonaban, pero es que había mucho que ofrecer. Xoel López, que había vuelto en primavera tras una etapa de reconstrucción vital y artística con base en Argentina, se despedía en otoño hasta nuevo aviso. 

Pero antes tocaba demostrar que su marcha y la publicación de Atlántico no ha supuesto en ningún caso una ruptura, y para ello no podían faltar clásicos de Deluxe como Historia universal o El cielo de Madrid. Un concierto extenso, mosaico de grandes momentos con tiempo para gestos que realmente honran al músico gallego. Nos referimos a la participación de su estrella personal de YouTube, el americano Scott McLaine, quien hace unos meses dejaba alucinados a sus compañeros de promoción al interpretar Reconstrucción durante su acto de graduación. Gracias a Xoel volvería hacerlo, pero esta vez en todo un concierto fin de gira en La Riviera, ganándose el cariño del público al instante.

Promiscuo y prolífico, Xoel López ha demostrado también ser un artista inquieto, empapándose de toda influencia musical que ha pasado por sus oídos. Las necesidades sobre el escenario son por lo tanto muy distintas según el momento, algo que de todos modos no supuso ningún problema, y es que a su lado cuenta con una banda capaz de adaptarse con naturalidad a cada tema, abandonando percusión y coros para temas como Que no o invitando a músicos de la talla de Félix Arias, compañero de Xoel en Lovely Luna, para bordar a base de flatpicking una de las canciones clave de esta nueva etapa, la excelente Tierra. Sin miedo a exagerar, el tema del 2012. A destacar la respuesta del público, que ofrecía el mismo nivel de entusiasmo frente a canciones de épocas supuestamente antagónicas. Será que, en el fondo, tampoco hemos cambiado tanto.

Texto de Bruno Corrales
Fotografía de María Martín-Consuegra

0 comentarios :