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Amor, mercado

Algora + Le Parody + Calma en los Mercados en Juglar (18.01.13)

El viernes pasado cientos de personas se concentraron en la calle Génova, a lo largo de toda la tarde, en acto de protesta ante la manifiesta corrupción en la que se recrean nuestros dirigentes políticos. 

Esa misma noche se presentaba en la sala Juglar, en un acto entre amigos, conocidos, y cámara de Televisión Española incluida, el colectivo Madrid Radical, del que te hablamos hace unos días, y que tuvimos la suerte de poder hablar con uno de sus artífices, Raúl Querido (en la foto).

Y escrito así, podría parecer que no tiene nada que ver, que son conexiones un poco gratuitas. Pero creo que está íntimamente unido. Y es que Madrid Radical, cuenta con una fuerza interna y con unos grupos que rompen el páramo en el que nos helamos hace unos meses, y que La Fonoteca se encargó de derretir con su recopilatorio (Madrid está helado, 2012). Asistimos a su primer evento, un mini festival de dos días, que continuaba al día siguiente sábado –pero al que nosotros no pudimos asistir, ¡pero te contamos la primera toma de contacto! 

Frank Santiuste y Sole Parody (Le Parody)
Raúl Querido se encargó de abrir la noche ante una sala repleta de gente y llena de sonrisas y expectación. Con su proyecto de Calma en los Mercados, y su natural carisma que llena el escenario, nos dio una lección de irreverencia, ruido, performance, crítica y sobre todo mucha ironía. Contó con dos personas a lo largo de su interpretación (reflejo) de la sociedad, que no hicieron más que potenciar la fuerza de sus versos. Su ya popular camisa de chorreras, pantalones cortos, y letras ácidas y crudas, tomaron toda la fuerza con su Mercado y amor, último tema que cerró su actuación. 

Y llegó Sole Parody, con su proyecto Le Parody. Contó con Frank Santiuste como increíble trompetista, quien jugó en más de una ocasión con ese sonido jazzero de los primigenios, de garito perdido de Denver. Tan solo ellos dos en el escenario. Ukelele, máquinas varias, y fragmentos de película en el sampler como base principal del ritmo de sus canciones. Electrónica integrada con el folk más bizarro, y un ukelele que suena a Atomizador. Nos presentó, en una actuación que nos hubiera gustado bastante más larga, su nuevo disco, Cásala (soundtrack) (autoeditado, 2012). Con un repertorio de onirismo musical, y sonido de juguete, aparentemente sencillo, pero complejo en toda su estructura. Grata sorpresa. 

Víctor Algora
Algora fueron los encargados de cerrar la primera noche del festival radical. Victor Algora, con su banda al completo, llevaron adelante una serie de temas que creo que se distinguió bastante de sus compañeros de concierto. Algora y su estilo, poco tienen que ver con la experimentación tanto sonora como de las letras de Raúl o de Sole. Nos presentó el disco que lanza ahora, lleno de electrónica pero también de guitarras. La atmósfera musical que le rodeó en más de una canción fue envolvente, pegadiza, y con una enorme pesadez rítmica. Nos presentó canciones de larga duración, el último single que todos corearon, e incluso dedicó un tema a su chico. Sin embargo, algo no me terminaba de atar. Algora tiene una potente carrera a sus espaldas, uno de los estandartes de la música independiente de los años dos mil aquí en España. Sin embargo, quizás no me terminó de casar en la propuesta de Madrid Radical, de idiosincrasia mucho más cerca de los límites de todo. 

Cuando salimos a la calle, seguía habiendo frío, ya era sábado, y la corrupción política seguía latente en el aire. Sin embargo, letras como "hemos dejado nuestra riqueza en manos de nuestros enemigos" adquirían mayor sentido que nunca. Y nos inyectó un poquito más de fuerza para la demolición, como dirían Los Saicos. Y no es tarea fácil cuando Madrid está helado.

Texto y fotografía de Paula Fernández

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