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La Banda de Trapo: "La idea sigue intacta, sudar y hacer sudar al público"

A veces la vida te pone por delante retos difíciles de entender. Algo así debió pensar Antonio Hernando, mejor conocido como Petete, sobrenombre que se veía obligado a abandonar por cuestiones comerciales y conflicto de derechos con su segundo disco publicado y presentado. Afortunadamente, el problema se convirtió en oportunidad para darse un lavado de cara y volver con más fuerza, convirtiendo a Petete & La Band en La Banda de Trapo. Hablamos con él aprovechando la reedición de Rumbanouche'n'roll, disponible en descarga libre; y el regreso del grupo a la capital, donde este miércoles estará actuando en la sala Juglar de Lavapiés.


Pregunta: El verano comenzaba con la noticia de que la banda, una vez publicado y presentado su segundo disco, debía cambiar de nombre por motivos legales. En consonancia con tu música has demostrado un carácter optimista y valiente, volviendo con ganas, pero, ¿cuál fue tu reacción en un primer momento ante una situación tan peculiar? ¿Costó ponerse en marcha tras el esfuerzo y el camino ya recorrido?
Respuesta: Bueno, la verdad es que la primera reacción fue de incredulidad. Es decir, la existencia de la marca la conocía, pero nunca le di excesiva importancia, tampoco me arrepiento de ello... Lo primero que pensé fue en las cajas que aún nos quedaban llenas de discos por vender y con el trabajo tan bestia y brutal que nos dimos todos, desde el técnico de sonido al dibujante, pasando por la banda, el fotógrafo, el webmaster, los cámaras... A priori parece tirado por tierra todo, pero no. Era consciente de la calidad del producto que habíamos hecho y aprovechamos (por así decirlo) la oportunidad para presentarlo aún más redondo, grabar un tema más y sacar todo el material audiovisual que por suerte aún no había salido. Temí también por el tiempo que necesitaría la gente para aceptar el cambio con naturalidad y asociar "La banda de trapo" con nuestro proyecto sin necesidad de recurrir a la explicación, paréntesis o explicaciones, y la verdad es que me ha sorprendido muy gratamente la naturalidad con que la familia "trapera" ha entrado con más ganas que nunca a nuestro particular universo de rumbanouche'n'roll. Aprovecho para agradecéroslo públicamente.

P.: Petete & La Band regresan ahora rebautizados como La Banda de Trapo, ¿cómo surgió esta idea? ¿Cuál es la identificación? Llama la atención por otra parte el detalle de la definitiva conversión en banda a pesar de nacer como un proyecto personal. ¿Podemos decir que has aprovechado para cerrar el círculo?
R.: La búsqueda del nuevo nombre obviamente no fue fácil. La primera idea fue jugar con el nombre que ya teníamos, cambiando caligrafías o buscando sonoridades parecidas... Lamentablemente, había de todo pillado, y decidimos que lo mejor era empezar con un nuevo nombre en consonancia a una nueva estética adecuada al nuevo proyecto de banda festivalera. Hablé con los músicos, y sobre todo con Vicente Casín, nuestro dibujante, y a raíz del muñecote de trapo que salía en nuestra primera portada (ahora la mascota oficial) decidimos que era algo reconocible y con mucho callejeo escondido. Es decir, el "trapo" siempre ha sido algo usado, algo casi roto, hay demasiadas expresiones que nos venían como anillo al dedo, sobre todo andaluzas ("estar hechos unos trapos", etc) así que era buena forma de volver "a entrar al trapo", "limpiar los trapos sucios", y volver como eso, músicos que hemos sido como "castigados" por la ley.

Nos gustó a todos y Vicente nos volvió a hacer una estética acojonante, con avatares personales de trapo para cada uno de nosotros. Ahora tenemos un merchandising tremendo y la idea es que haya de todo por ahí rulando, que para eso regalamos el disco. En cuanto a lo de haber escogido un nombre de banda, lo tenía clarísimo. Pensé a priori en un nombre que me sirviera también en posibles actuaciones en solitario, pero tengo claro que no es el punto donde ahora estoy, ni lo que quiero hacer los próximos años. He tardado mucho en conseguir esta banda y este sonido y creo que solo tiene sentido si ellos me acompañan. Quiero ver a la gente de pie, bailando. Creo que es el fin de estas canciones, sin duda. Me lo tomo como que éste es mi primer disco y mi primera banda, respaldado por lo aprendido en estos diez años de escenario y carretera.


P.: Presentas un Rumbanouche'n'Roll con un importante lavado de cara, gracias de nuevo al ilustrador Vicente Casín, aprovechando además para añadir dos bonus tracks (autoversión en italiano incluida). Un importante esfuerzo humano que desde hace unos días podemos descargar libremente, ¿satisfecho con el resultado y con la ayuda recibida?
R.: Muy satisfecho. Fan total de Vicente Casín y de su calidad humana y artísitica, así como la de mis músicos. Me han ayudado mucho a aceptar este pequeño giro del destino y están tan motivados como yo. Fue un lujo rescatar "Vivir adrede", como comienzo de esta nueva etapa, y también arriesgado y divertido atrevernos con otros idiomas como el italiano. Creo que tenemos que intentar olvidar las fronteras, hacer bailar a un parisino o a un romano, a un americano o a un japonés. Viví en Italia un año y era el idioma donde más a gusto me sentía, y creo que ha quedado bastante bien, aunque obviamente se nota mucho mi acento español... Amenazamos en el siguiente con algo en francés, incluso. De ahí también lo de la descarga libre, que rulen lejos estas canciones, que tanto han costado hacerlas salir a la luz.

P.: Por lo demás, entiendo que la idea sigue intacta. Rock and roll, rumba y una verdadera fiesta sobre el escenario. ¿Cómo afrontas esta semana en tu regreso a Madrid con banda?
R.: Sí, la idea sigue intacta: sudar y hacer sudar al público con la adrenalina generada con los temas. El directo es lo que nos hace querer dedicarnos a esto, sin duda. En cuanto a la vuelta a Madrid, con muchísima ilusión y muchísima nostalgia... Madrid ha estado y estará por siempre en mi corazón, ha sido una de las etapas más felices de mi vida, y volver, y sobre todo a la Juglar, que era una de las salas que nos faltaba por llevar a la cama, es algo que nos excita y nos pone nerviosos por igual.

P.: Te has establecido tanto en Madrid como en Granada. La capital quizá ofrezca una actividad inigualable pero en Granada siempre se ha desarrollado el arte de una manera muy particular. ¿Qué pueden ofrecerte dos ciudades como éstas en tu desarrollo como músico?
R.: La verdad es que el cambio a Granada, aunque al principio fue algo duro, me ha venido extremadamente bien. Me he enamorado de esa ciudad, de esa forma de vida, de mi Andalucía, de vivir de nuevo en la calle y sentir tanto la música. Verla en cualquier bar, en cualquier terraza, en cualquier esquina. Es una ciudad que me ha inspirado un aluvión de nuevas canciones, que no me pasaba desde hacía tiempo, y tener los músicos allí para darles forma no tiene precio.

Madrid, por otro lado, es el epicentro musical, están los medios y el medio de hacerlo, pero a veces su nivel de vida tan intenso y frenético te hace no tener tiempo o a veces ganas de sentarte a escribir o pararte a mirar aquello que te da el impulso para ello. Granada y las calles del barrio del Albayzín, donde actualmente vivo, cual pueblo perdido, me hace escuchar de nuevo con ganas nuevas músicas y ponerme a escribir de todo aquello que siempre quise... Es una forma de disfrutar del camino o trayecto, más que del fin, que es algo que no tenía tan presente en Madrid. Aún así, sé que volveré a vivir en Madrid algún día, y no muy lejano.

P.: Durante la primavera de este 2013 te lanzabas tanto en solitario como con amigos a una gira de 3 meses y más de una veintena de fechas, ¿qué momentos recuerdas con más cariño de todo aquello? Tras estos conciertos de presentación de La Banda de Trapo, ¿volverás a lanzarte al ruedo de esta forma?
R.: La gira de presentación fueron tres meses muy intensos, llenos de buenos kilómetros y experiencias, y sorpresas como Burgos o Bilbao, pero cuando echo la vista atrás los mejores momentos siguen siendo los que compartí con toda la banda, como la presentación en Clamores junto a Alfa, Kanka, Coppel o Gatoperro, que sé que recordaré siempre. La idea ahora no es volver a dar esa cantidad de conciertos en tan poco tiempo, sino distribuirlos un poco más. Estamos ya trabajando para que cuando llegue el buen tiempo estemos en todos los festivales de música que podamos, nacionales o internacionales. Creemos firmemente en nuestra apuesta festivalera, alternada con conciertos en salas, como nuestra fecha en diciembre en la sala El Tren de Granada. Vamos a hacer más ruido que nunca... o a todo trapo, que decimos nosotros.


Más información en la web oficial de La Banda de Trapo o en su página en Facebook.
 
Texto de Bruno Corrales
Fotografía: Nieves López

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