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"Aviones", de Pereza

Aviones (Sony, 2009)
Pereza



Aviones, el nuevo disco de Pereza, supone su confirmación definitiva como creadores de buenas canciones, por encima de los por ahora inevitables prejuicios. Aviones es un disco largo y calmo, y aunque evidentemente a estas alturas bien producido, resulta un álbum básico, sin grandes artificios, que pide a gritos presentaciones en acústico. El disco abre con Windsor, en referencia al edificio envuelto en llamas que nos robó unas horas de sueño a los madrileños una vez. Perfecto para empezar y querer más. 4 y 26 es la primera canción de Rubén Pozo en este disco. La personalidad de su voz y sus letras hacen de sus canciones algo totalmente reconocible, ya con su sello particular. De entre el resto de los temas a cargo de el ex Buenas Noches Rose destacan también Backstage (te quiero, nena) y Escupe, que con su frescura recuerda a el primer y olvidado disco del grupo.

Con Amelie llega una colaboración de lujo, nada menos que Andrés Calamaro, que participa en una canción que bien podría formar parte de La lengua popular (Dro Atlantic, 2007). El argentino y Leiva se turnan a las voces implorando por un amor que les sacuda en un tema precioso del que sale el nombre del disco. Ladie Madrid es un nuevo homenaje a alguna mujer del pasado, al igual que ocurría con Margot en Aproximaciones. Esta vez es Leiva quien pone la voz, incluyendo emocionantes menciones a Los Ronaldos y Burning, pura historia del rock español y referencias clave del grupo.

Champagne, canción con aires de club con sección de viento incluida, recuerda inevitablemente a Quique González. Matiz que también se aprecia en algunos temas que le siguen, como en Que parezca un accidente, tema con clara pinta de single, quizá el más potente del disco. A partir de entonces la cosa se complica, salvando por curiosa la versión de la banda argentina Intoxicados, Señor kioskero. Como colofón, Llévame al baile, con un gran solo de guitarra de Ariel Rot, todo un lujo.

El éxito les llegó con Animales, un álbum perfecto para ello pero olvidable en gran parte. Talento nunca les ha faltado y a partir de entonces tiraron por la calle de en medio haciendo un disco como Aproximaciones, donde quedaba claro que podían hacer canciones de mucha más calidad. Y llegados a este punto, Aviones resulta una continuación lógica y agradecida.

Texto de Bruno Corrales

1 comentarios :

Anónimo dijo...

Me parece una crítica documentada, pero fria. Yo diría algo parecido, pero la emoción desbordaría mi crítica. Es el mejor disco que he escuchado en muchos años, sencillo, emocionante, inteligente, cómplice, chulesco a veces... No me resisto a destacar Windsor, Champagne, La chica de Tirso, Escupe, Llévame al baile y Amelie. Creo que Leiva se supera cada día. Y creo también que Rubén hace un escuerzo sobrehumano por estar a la altura. Me emociona sentir a Rubén cómo mejora día a día. Pero, claro... Es como si fueras el colega del taller de Leonardo da Vinci. Ásí no hay manera de destacar. Pero Rubén lo intenta. Y eso es emocionante. Bracias, PEREZA, no sabéis cómo me atravesais el alma.