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Opinión: ¿Resignación?

Quizá José Ignacio Lapido sea el ejemplo perfecto de artista resignado en estos tiempos de consumo irracional y prácticamente nula educación a la hora de afrontar la creación musical. Pero si recurro a él es solamente porque la palabra “resignación” vino a mi cabeza mientras escuchaba por primera vez En medio de ningún lado, canción de su último álbum, De sombras y sueños, que cuenta con la colaboración de Quique González. Un hecho muy esperado al tratarse de artistas afines en espíritu y actitud. Pero vayamos al grano. Hoy, ante las enormes posibilidades que tenemos de escuchar millones de canciones diferentes, ¿cuál es el valor de una sola? Del esfuerzo que costó sacarla adelante y darle forma, del sentimiento que hay detrás y de los detalles que con mimo la adornan. Las posibles respuestas dan miedo.

En un mundo ideal la música sería un forma más de expresión, respetada y valorada. Puedes ponerte las gafas de sol, bajar la luz y fantasear con ello, pero no parece ser así. Con excepciones dignas de elogio, la música se acumula, se desvirtúa y se despieza. El disco (la obra, no el formato) como producción única y poseedor de un sentido global queda desestructurado y el autor pierde totalmente el control sobre cualquier aspecto de su creación una vez es publicada. Qué diría un escritor, celoso y ¿por qué no? orgulloso de su libro, si desordenaran sus capítulos, copiaran sus obras sin verdadero interés ni curiosidad, de manera casi mecánica, y las almacenaran junto a muchas otras, en una carpeta que quizá nunca sea revisitada. Supongo que darían ganas de dejarlo.

En estos tiempos, un músico es un ser optimista por necesidad. También puede parecer molesto o cansado, pero para la mayoría de ellos hacer canciones no es una opción, sino una necesidad, convirtiéndose así en esclavos de una pasión. Lo que no deja de ser, por otro lado, una verdadera suerte. Pero llegados a la cuestión de pretender dedicarse profesionalmente a ello, no creo exagerar si digo que solo intentar enfrentarse a la creación y publicación de una obra musical es una tarea para verdaderos héroes.

Texto de Bruno Corrales

3 comentarios :

galko dijo...

Pues totalmente de acuerdo con todo o que planteas. Creo que te gustará leer esta entrevista que le hice a Lapido hace unas semanillas, y en las que comenta algo sobre cómo es ser músico en estos días...

http://mercadeopop.blogspot.com/2010/11/lapido-los-discos-se-van-quedar-como.html

Saludos!

Marinero en Marte dijo...

Realmente, hablar de Lapido es hablar de tesón. Y a la vez, al hablar de Lapido hay que hacerlo con el mayor de los deseos de que la suya sea una carrera de fondo, con el mayor deseo de que la historia haga justicia y coloque a este músico a la altura que se merece: que seguramente es infinita.

Pero, quiero señalar, dejando a Lapido, con respeto, a un lado, que este artículo tiene un segundo y un tercer párrafo que son sublimes. La reflexión que en ellos encierra es de tal precisión y acierto que ahora mismo no tengo palabras para elogiarte. Muy grande, si. Muy grande.

oramalaC dijo...

Totalmente de acuerdo con tu reflexión.
Lapido sigue de frente, a pesar de los obstaculos y el escaso reconocimiento, sigue creando canciones con un nivel altisimo.

Salud!